La textura
Una textura nos
puede ayudar a expresar sensaciones al reconocer visualmente, algo que
anteriormente hemos tocado o sentido de algún modo.
Una composición
fotográfica está llena de objetos y cada uno de ellos tiene su textura, pero el
reto real de un fotógrafo es conseguir destacarla, por ejemplo si disparamos a
una textura muy marcada, esto proporcionará realismo a la imagen, además de
crear volumen.
Las texturas más
marcadas reflejarán ambientes fríos y duros, pero las suaves evocarán espacios
limpios o mágicos.
La mejor manera
de conseguir texturas marcadas o resaltadas, es iluminar de un modo lateral, de
este modo la profundidad de la misma se notará más y creará sombras más
definidas.

Para realizar el
efecto contrario, reducir sombras para obtener un aspecto suave o limpio,
tendremos que iluminar el objeto de un modo frontal de forma general, (también
podemos buscar el ángulo desde donde desaparezcan las sombras o se muestren de
forma menos evidente).

También podemos
buscar un modo intermedio, si queremos que se marquen las texturas para dar un
poco de volumen, para ello tendremos que iluminar lateralmente, de este modo
conseguiremos unas sombras suaves y graduales.

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